El Kleroterion
Las elecciones son el deporte número uno en este país por encima del beisbol y el basket. Lo triste es que siempre juegan los mismos equipos con los mismos jugadores año tras año.
Los griegos, artífices de la democracia (aunque ni extranjeros, esclavos o mujeres tenían derecho al voto) no elegían a sus autoridades por voto popular, tal vez temerosos de ‘la dictadura de la mayoría’.
No había campañas electorales, no había partidos políticos, no había urnas electorales y no había corrupción electoral.
Los griegos elegían por ‘sorteo’ a sus autoridades usando una maquina llamada Kleroterion. Ya podemos inferir de dónde procede el vocablo ‘lotería’, tan famoso entre nosotros. En otras palabras, dejaban en manos del azar la elección de los que ocuparían cargos dentro de la estructura gubernamental.
Cualquier griego se podía presentar después de pasar un examen y sólo podía ser elegido por un año y después nunca más se podía volver a postular, ¡por el resto de su vida!
Eso garantizaba que ningún grupo de poder, ninguna familia multimillonaria, ninguna dinastía, se perpetuara en el poder. Así que, los hijos de los oligarcas criollos que ahora heredan sus poltronas y son catapultados al poder por los los ricos no tendrían las oportunidades de ahora.
Sólo imagine un mundo en que los Tomás Rivera Schatz, las Milagros Charbonier y demás miembros de nuestra fauna política, sólo tuviesen un año en el ejercicio de sus cargos.
Por supuesto que lo antes mencionado es una utopía, sería algo así como el retorno al Paraíso, sin manzanas que morder o serpientes de dos patas filosofando.