El mal de la religión y su intromisión en la política

03.11.2016 12:36

 

El 'EVANGELISTO' Ricky Rosado, que promulga la idea de 'Sin separación de Iglesia y Estado' vuelve a la carga y endosa públicamente a Leo Díaz como alcalde de San Juan. Aduce el el pastor que la alcaldesa de San Juan no le permite a sus acólitos la distribución de tratados y literatura religiosa en algunos ligares públicos como CENTRO MÉDICO etc. También expresa que es más fácil montar una barra que una iglesia en la capital…. Como sea, más allá de los argumento superficiales, sin sustancia y triviales del Pastor hay una agenda que ya conocemos.

Esta práctica se ha convertido en uso y costumbre y no es la primera vez que ocurre. Creo que al igual que el canasto de tres puntos esa costumbre se inventó en Naguabo, cuando el difunto FERMÍN reunía a su feligresía y gritaba con voz de trompeta “ÄQUÍ TODOS VAMOS A RAJAR LA PAVA EL DÍA DE LOS ELECCIONES” Bueno jajajaja, también se puso de moda la frase “tranquilos estamos perdiendo pero aún no bajan los votos de Peña Pobre”

El asunto en cuestión le ha traído a más de un líder religioso el rencor, el desprecio y la repulsa del pueblo (pregúntenle a Wanda Rolex porque no creo que aunque tenga un puto jet, esté del todo satisfecha en cuanto a cómo piensan de ella algunos sectores).

En la época que yo me vestía de saco y cargaba una Biblia de estudios y anotada Scofield (fanático fundamentalista a más no poder), los dos ministerios cristianos más poderosos eran los de Cristo Viene de Yiye Ávila y Clamor a Dios de Jorge Raschke; millares de personas les seguían. Fui a campañas de ambos durante mi juventud; Yiye sólo hablaba de Cristo Viene Pronto, pero Raschkke siempre metía la pendejada de la política en sus alocuciones.

Cuando Raschke comienza a introducirse en los estamentos de poder de la política puertorriqueña crea una masa crítica de empatía gravitando hacia su persona la cual logra que senadores, representantes, asesores, alcaldes etc. de corte fundamentalista sean elegidos (incluyendo a su hija Kimey). El Capitolio estaba repleto de personas legislando la moralidad, la espiritualidad, imponiendo sus puntos de vista dogmáticos e influenciando en el libre albedrío de las personas.

La victoria al final y a la postre fue PIRRICA. Su parte espiritual poco a poco se fue diluyendo entre las estridencias de la política, amén de que su credibilidad y poder de convocatoria despareció paulatinamente. De él sólo queda una sombra, desdibujada y patética del gran evangelista y ’hombre de Dios’ que otrora fuera.

Ricky Rosado está atrayendo toda esa energía de confrontación, maledicencias división, de disputas y luchas densas y negras de la política a su entorno. Con el MALO no se puede bailar bolero toda la noche… cuidadito mijo, el costo a pagar es de carácter espiritual