La historia de Vidal Santiago Díaz, Héroe Nacionalista

09.10.2019 12:13

La imagen puede contener: 1 persona

 

“En tres horas Vidal Santiago Díaz se había convertido en el nacionalista más famoso de la historia puertorriqueña, después de don Pedro Albizu Campos.  Fue el barbero que desafió al Imperio con una bala en el cerebro”
 
Guerra contra todos los puertorriqueños Nelson A. Denis página 245
 
“Luis Enrique el Bibí Marrero y Miguel Ángel Álvarez, de WIAC, se presentaron a la escena. Bibí era nacido y criado en el sector Chícharo de Santurce y conocía a Vidal personalmente”
 
____¿Cuántos nacionalistas hay allí dentro?, le preguntó al teniente
____ Veinte o treinta.
____¿Está seguro?
____Como mínimo.
 
Guerra contra todos los puertorriqueños página 238
 
___Oye Vidal, gritó Bibí
____¿Quién habla?
____Soy yo Bibí. ¿Cómo te va?
___Estoy jodido.
___¡Coño, Vidal, te has hecho famoso! Toda la radio está aquí.
___Yo tengo una radio también. Con mucha mierda americana.
___¿Necesitas algo allá dentro?
___Sí, un pasaje de avión a Cuba.
___Quizás se pueda conseguir…¿Cuántos están contigo?
Una docena de soldados comenzaron a disparar, y Bibí corrió a guarecerse.
 
Guerra contra todos los puertorriqueños página 239
 
___Santiago, anunció el teniente por el megáfono. No queremos hacerle daño.
___Díselo a mi pierna pendejo. La dañaste bastante bien.
___Salga con sus amigos con las manos en alto
___Yo no tengo ningunos amigos.
___Lo que sí tienes es un minuto. O sales o entramos.
 
Guerra contra todos los puertorriqueños página 240
 
Vidal estaba cantando un aguinaldo navideño tradicional con unos nuevos versos improvisados:
 
Yo tengo una pistola
Con manejo de marfil
Para matar to’ los yanquis
Que vienen por ferrocarril
 
Los reporteros rompieron a reír, especialmente cuando el teniente pidió una traducción. Sus ojos se abrieron considerablemente cuando se la dieron.
 
Guerra contra todos los puertorriqueños página 243
 
Lo remataron con un disparo en la frente después de entrar al edificio y haberlo hecho trizas a fuego de metralla, la bala se le alojó en el cerebro. Un solo nacionalista mantuvo a raya por tres horas a más de cuarenta efectivos de la Guardia Nacional.
 
Avergonzados, no hablaron con la Prensa, esta historia nunca saldría a la luz y futuras generaciones jamás la escucharían.