Navidad, Navidad, alegre Navidad 2013

05.12.2012 22:40
Navidad, Navidad, alegre Navidad 2016
 
Siendo un acérrimo critico de los dogmas, paradigmas  y estructuras religiosas que rigen nuestro pensamiento actual y que impiden una sana evolución del espíritu;  aclaro que  las ideas que aquí expongo no deben ser tomadas como un intento de polemizar  y mucho menos de  dogmatizar el asunto a describir. 
 
La Navidad en ninguna manera tiene orígenes cristianos como la gran mayoría de las festividades que acostumbramos  celebrar.  Esta festividad se remonta a una celebración pagana practicada hace más de dos milenios (2,600AC) en Babilonia.  Como fue uso y costumbre con  otras tradiciones como lo son la Cuaresma y la Pascua que nacen en Babilonia, los Padres de la Iglesia la incorporaron  como una fiesta cristiana.  La antiquísima historia relata como la Reina Semiramis fue impregnada de forma virginal (supuestamente por el Sol)  y en sus entrañas crecía su hijo Tamuz concebido de manera ‘’milagrosa’’
 
La festividad babilónica aterrizó en Roma afianzándose dentro del politeísmo que se practicaba en el Imperio. Ahí comienza a celebrarse el 25 de diciembre un festival de invierno en conmemoración del nacimiento de Tamuz (Saturno para los romanos), el hijo de Semiramis.  Los romanos al igual que nosotros celebraban esta ‘’Navidad Saturnalia’’ en medio de borracheras, desenfrenos, excesos,  brindis, canciones y agregaban alguna que otra orgía de caracter sexual. Las festividades Saturnales (en latín Saturnalia) eran una importante festividad romana. Se las llegó a denominar "fiesta de los esclavos" ya que en las mismas, los esclavos recibían raciones extras, tiempo libre y otras prebendas; eran, si se permite la comparación, Navidad y Carnaval a un mismo tiempo y el cristianismo de la antiguedad tardía tuvo fuertes problemas para acabar con esta fiesta pagana, intentando sustituirla.
 
Se hacía éfasis especial en los vínculos de amistad, los  que se demostraban con intercambio de regalos y presentes ( me pregunto, ¿tendrían alguna Venta del Madrugador, con ancianos desmayados y aplastados contra las puertas?)  También surgió la costumbre de adornar las puertas de cada casa, con coronas de flores y hojas verdes;  hay que apuntalar que  la práctica de adornar un árbol con frutas y decorativos alusivos al dios sol se practicaba en esa época .  Esta era la fecha del solsticio de invierno y el centro de todo, era recordar y celebrar el nacimiento de la divinidad solar cuya concepción se había realizado en la virgen matriz de la reina del cielo.
 
Sin ánimos de ofender a nadie, la antigua Semiramis (Venus, Isis, etc.) pasó a llamarse “Virgen María” y a la encarnación del dios sol Tamuz (Baal, Moloc, etc.), se le llamó “Jesús”.
El festival del solsticio de invierno celebrado el 25 de diciembre de cada año, pasó a ser la fecha oficial del nacimiento de Jesús y la antigua costumbre de la entrega de regalos y presentes, fué acomodada en función de la experiencia que tuvieron los magos al visitar al niño Jesús, entregándole “regalos”.
 
El antiguo árbol que la religión de Babilonia adornaba en celebración del nacimiento de Tamuz, pasó a llamarse “el árbol de Navidad”.  El árbol en la antiguedad era una representación de la fertilidad, era un símbolo fálico, por su vertical erección hasta los cielos.  La costumbre del célèbre ‘’arbolito, arbolito, campanitas te pondré, quiero que seas bonito…’’  surge de la leyenda babilónica en que Semiramis  afirmaba que una noche, de un tronco muerto, un árbol verde se desarrolló.  El tronco muerto era Nimrod su esposo y el verde y frondoso nuevo árbol era Tamuz, la reencarnación de Nimrod.
 
Otros pueblos antiguos como los egipicios, los persas, hidúes, aztecas, druidas y chinos  tomaron la misma leyenda haciéndola parte de su sistema de creencias.  De esta manera Mithra, Horus, Krishnna y otra infinidad de personajes y maestros de la antiguedad nacen el 25 de diciembre, siendo concebidos todos de manera mágica y portentosa. Así que antes de enunciar aquello de que ‘’la Navidad real es tener a Jesús en el corazón’’ para ser justo con todos, deberá incluir en su corazón a: Odín, Zoroastro,  Adad, Thor, Quetzalcoat, Adonis entre muchos otros.
 
Que nadie le venga con el cuento que este es tiempo de reflexión y esparcimiento espiritual  convirtiendo  el asunto  en un dogma o máxima. Todo el año es tiempo de reflexión y el más severo juez al que debemos enfrentarnos después de producida la catarsis debe ser, nuestra propia conciencia.  Ya pudo apreciar desde hace casi 5,000 años los seres humanos utilizan este periódo para actividades triviales, mundanas y de excesos en el comer, beber y para practicar el consumismo rampante.  La reflexión debe estar encaminada a analizar criticamente si es prudente y practico el reventar su Visa, Master Card y American Express con un APR del 30% comprando tablets, celulares androides, televisores de cincuenta pulgadas  y otras cositas que cuando termine este periodo, le dejarán bastante jodidito el bolsillo y con ganas de pegarse un tiro a mitad de enero.  ¡Mmmm bromeaba, celébrelo como quiera, total son sus chavos  y bébase el Orinoco si así lo desea, Feliz Navidad!