Sobre el sufrimiento por cosas que no conocemos
En ocasiones parte de nuestro sufrimiento está íntimamente ligado a creer en cosas y personas que ni hemos estudiado y tampoco conocemos. Sufrimos también por esa idea absurda de creer que siempre tenemos la razón. Nadie puede aspirar a poseer el monopolio de la VERDAD; concepto algo esquivo e ilusorio.
No entendemos el sistema de votación de un país extranjero, se da un resultado adverso a nuestras ideas y sufrimos. No entendemos ni conocemos bien figuras de la política creadas por los medios televisivos, meten la pata y sufrimos. La pareja de 20 años a nuestro lado y de alta credibilidad por no conocerla bien, un buen día se larga y sufrimos.
Juzgamos APRIORI las decisiones de los que nos rodean ya sean políticas, religiosas o morales porque después de todo ‘Yo sólo quiero la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad tal y como yo la entiendo’ Y claro, envío todo mi negativismo contra ti y de paso REZO fehacientemente si es posible te lleve el DIABLO.
Todos los días cedemos nuestras energías creativas, la capacidad de pensar (el pensamiento es el tejido con el que se confecciona la REALIDAD) y de libre albedrío a los políticos, las ideologías, héroes deportivos y las celebridades. Cuando ellos fracasan nos llevan enredados. ¿Cómo es eso de que sufrimos por personajes de los cuales no tenemos mucha información vs. las hambrunas, las guerras, el racismo, el odio y las ansias de poder de unos pocos?
El aforismo milenario en Delfos de “CONÓCETE A TI MISMO ” jamás es considerado… por ahí tal vez debiésemos comenzar y dejar a un lado de penar por trivialidades.