Sobre monos y el creer fehacientemente sin investigar, razonar o pensar criticamente

16.09.2012 10:31
 
Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera, y sobre ella, un montón de guineos.  Cuando un mono subía la escalera para agarrar los guineos, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los cuatro que quedaban en el suelo.
 
Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo golpeaban.
 
Pasado algun tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de tentación de los guineos.
 
Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos.  La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rapidamente bajado por los otros, quienes le propinaron tremenda paliza. Después de algunas palizas , el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera, aunque nuca supo el por qué de tales palizas.
 
Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo.  El primer sustituto participó con entusiamo de la paliza al novato.  Un tercero fue cambiado, y se repitio el hecho, lo volvieron a golpear.  El cuarto y, finalmente, el quinto de los veteranos fue sustituído.
 
Los científicos quedaron entonces, con un grupo de cinco monos que, aun cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a los guineos.
 
Si fuese posible preguntar a alguno de ellos por qué golpeaban a quien intentaba subir la escalera, con certeza la respuesta sería:  ‘’No sé, aquí siempre las cosas se han hecho así.’’
 
¿Te suena conocido?
 
Cómo es posible que sigamos practicando tradiciones, costumbres, creencias y paradigmas sin siquiera investigar y preguntarnos el porqué.  Será sano el dudar y pensar criticamente, será razonable  hacer lo que los demás hacen sólo por costumbre.
 
Por qué seguimos “golpeando” y  ridiculizando  al que intenta salirse del redil siendo innovador y  creativo.   Por qué estamos haciendo las cosas de una manera, si tal vez las podríamos hacer de otra.
 
Por qué permitir el acondicionamiento y la manipulación que nos impide el libre albedrio y la manifestacion plena del ser divino y espiritual que habita en cada uno de nosotros.
 
 
‘’Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y nuestra humana estupidez’’  decía  Albert Einstein